Greenpeace colocó hoy por la mañana un cartel gigante contra la deforestación en un campo de Eduardo Eurnekian, uno de los empresarios que la organización denunció hace unas semanas como responsable de este crimen ambiental. Al mismo tiempo, propuso presionar el tratamiento de la Ley de Bosques, frenada por la de Comisión de Población luego de ser aprobada por la de Recursos Naturales, que podría ser la última oportunidad para salvar el 25 por ciento que queda de los bosques nativos del país.
La protesta de los ambientalistas es la continuación de la campaña realizada desde la presentación del Informe Desmontes SA, en el que acusa a cinco importantes empresarios nacionales, entre ellos Mauricio Macri, de fomentar la expansión de la frontera agropecuaria en forma irracional, con los prejuicios que eso trae para el desarrollo sustentable del país. En la jornada estuvo presente un hombre del gobierno: "Es desde el Estado que esta situación se debe controlar", aseguró el diputado Miguel Bonasso, presidente de la comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación que impulsa la Ley de Bosques.
Pero Greenpeace Argentina advirtió en los últimos días que el diputado Roberto Lix Klett, presidente de la Comisión de Población y Desarrollo Humano, viene retrasando el tratamiento de la ley en la comisión que preside, un paso previo y necesario a la discusión de toda la Cámara de Diputados. La organización informó que mañana a las 10:30 en la reunión temario de Población debería debatirse el proyecto, porque de otro modo se agotarían cada vez más las instancias antes del fin del año, por lo que propuso que sus activistas llamen a los diputados para exigir esta medida.
Lix Klett integra el partido Fuerza Republicana de Tucumán, la línea política del bussismo, y según observó ComAmbiental fue el único diputado que se opuso a la Ley Nacional de Educación Sexual. "Se niega a tratar al proyecto, lo que hace peligrar que la ley sea tratada este año, y por ende pierda estado parlamentario”, expresó mediante un comunicado Juan Carlos Villalonga, director Político de Greenpeace Argentina.
Días atrás había dicho que "es obligación del Estado planificar (...) un plan de Ordenamiento Territorial que permita regular el uso del suelo y las actividades productivas y que otorgue a las provincias los criterios fundamentales para decidir el uso del bosque nativo atendiendo tanto sus necesidades productivas como su conservación". El directivo de Greenpeace se había mostrado conforme con el proyecto presentado pero preocupado por los tiempos políticos; en Argentina se deforestan 250 mil hectáreas por año.
Nelly Veliz, presidenta del MO.CA.SE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) que desde la década de los ochenta viene luchando contra los grandes terratenientes, le contó a este medio que después de la emisión del programa Blog "el gobierno se ocupó pero no mejoró la situación, quizás hasta avanzó más el problema". Sobre el proyecto opinó: "Ojalá que se trate y salga pronto, tenemos más esperanza que se lo legisle rápidamente que el de Santiago del Estero". En su provincia los mismos políticos están vinculados a los negocios inmobiliarios que deforestan para sembrar soja, que significa progreso para unos pocos.
"Estos quieren vender la tierra con la gente adentro -protestó Veliz-. Pero la gente se les va a levantar, Santiago del Estero ya no es más pacífico. Yo creo que ya le han tenido demasiado paciencia a este gobierno, que ya va por los dos años. No va a tolerar más, en dos semanas más va a haber acciones". Y cuando faltan días para que se cumpla el plazo Greenpeace entró en acción colocando un cartel de 60 por 25 metros en el que se podía leer: "“Eurnekián: Matar al bosque no es negocio”.
Más allá de las palabras de Néstor Kirchner acerca de que el ambiente es una política de Estado, todavía no puede verse este pensamiento en hechos concretos. ¿El Estado está realmente contra los desmontes? El ekologismo todavía está en pañales, actúa a la defensiva y no en políticas planificadas en temas relevantes para el desarrollo sustentable como la energía o la agricultura. ¿Verde esperanza, o esperanza verde? ¿Optimismo ambiental o demagogia inmadura?
La protesta de los ambientalistas es la continuación de la campaña realizada desde la presentación del Informe Desmontes SA, en el que acusa a cinco importantes empresarios nacionales, entre ellos Mauricio Macri, de fomentar la expansión de la frontera agropecuaria en forma irracional, con los prejuicios que eso trae para el desarrollo sustentable del país. En la jornada estuvo presente un hombre del gobierno: "Es desde el Estado que esta situación se debe controlar", aseguró el diputado Miguel Bonasso, presidente de la comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación que impulsa la Ley de Bosques.
Pero Greenpeace Argentina advirtió en los últimos días que el diputado Roberto Lix Klett, presidente de la Comisión de Población y Desarrollo Humano, viene retrasando el tratamiento de la ley en la comisión que preside, un paso previo y necesario a la discusión de toda la Cámara de Diputados. La organización informó que mañana a las 10:30 en la reunión temario de Población debería debatirse el proyecto, porque de otro modo se agotarían cada vez más las instancias antes del fin del año, por lo que propuso que sus activistas llamen a los diputados para exigir esta medida.
Lix Klett integra el partido Fuerza Republicana de Tucumán, la línea política del bussismo, y según observó ComAmbiental fue el único diputado que se opuso a la Ley Nacional de Educación Sexual. "Se niega a tratar al proyecto, lo que hace peligrar que la ley sea tratada este año, y por ende pierda estado parlamentario”, expresó mediante un comunicado Juan Carlos Villalonga, director Político de Greenpeace Argentina.
Días atrás había dicho que "es obligación del Estado planificar (...) un plan de Ordenamiento Territorial que permita regular el uso del suelo y las actividades productivas y que otorgue a las provincias los criterios fundamentales para decidir el uso del bosque nativo atendiendo tanto sus necesidades productivas como su conservación". El directivo de Greenpeace se había mostrado conforme con el proyecto presentado pero preocupado por los tiempos políticos; en Argentina se deforestan 250 mil hectáreas por año.
Nelly Veliz, presidenta del MO.CA.SE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) que desde la década de los ochenta viene luchando contra los grandes terratenientes, le contó a este medio que después de la emisión del programa Blog "el gobierno se ocupó pero no mejoró la situación, quizás hasta avanzó más el problema". Sobre el proyecto opinó: "Ojalá que se trate y salga pronto, tenemos más esperanza que se lo legisle rápidamente que el de Santiago del Estero". En su provincia los mismos políticos están vinculados a los negocios inmobiliarios que deforestan para sembrar soja, que significa progreso para unos pocos.
"Estos quieren vender la tierra con la gente adentro -protestó Veliz-. Pero la gente se les va a levantar, Santiago del Estero ya no es más pacífico. Yo creo que ya le han tenido demasiado paciencia a este gobierno, que ya va por los dos años. No va a tolerar más, en dos semanas más va a haber acciones". Y cuando faltan días para que se cumpla el plazo Greenpeace entró en acción colocando un cartel de 60 por 25 metros en el que se podía leer: "“Eurnekián: Matar al bosque no es negocio”.
Más allá de las palabras de Néstor Kirchner acerca de que el ambiente es una política de Estado, todavía no puede verse este pensamiento en hechos concretos. ¿El Estado está realmente contra los desmontes? El ekologismo todavía está en pañales, actúa a la defensiva y no en políticas planificadas en temas relevantes para el desarrollo sustentable como la energía o la agricultura. ¿Verde esperanza, o esperanza verde? ¿Optimismo ambiental o demagogia inmadura?
El propio Bonasso reconoce que no todos los legisladores tienen conciencia ambiental, que es sí tienen los miembros de la comisión que preside. Y aunque a fines de septiembre había calculado que el proyecto de ley tardaría un mes en llegar al recinto para el debate general, a principios de noviembre todavía no se sabe que pasará con la ley o, mejor dicho, con las pocas hectáreas de bosque nativos que quedan en el país. Cada día que pasa es un poco más tarde.
Imagen: Greenpeace Argentina
TEMAS: Bosques , Política ambiental
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